Testimonio: Estoy fuera de Venezuela y lamento no haberme ido antes | YoEmigro.com

Testimonio: Estoy fuera de Venezuela y lamento no haberme ido antes

Todo el mundo me decía que si me iba de mi país sería miserable para siempre, que no sería ni de allá ni de acá, que el resto de mi vida sería una extranjera sin patria, sin identidad, sin nada, que jamás sería feliz y que mientras estuviera viva, me arrepentiría de haberme ido del mejor país del mundo. Y en un momento de mi vida como inmigrante, lo viví, me sentí así, miserable, culpable y odiaba todo lo que no fuera “mi país”.

Tres años después de haberme ido de ese mierdero llamado Venezuela, estoy más feliz que nunca, me siento realizada, he llego a la conclusión de que los que me decían eso lo hacían era por envidia, porque ellos no podían irse y querían que me quedara sufriendo las miserias de Venezuela junto a ellos… ¡Gracias a dios que no les hice caso!

Estar lejos de esa mierda, me hace sumamente feliz, vivir en un país donde las normas se respetan, donde toda la gente no está pendiente de joderte, en el que puedes tener un trabajo y sobrevivir con él, es algo imposible en Venezuela, pero aquí no, aquí sí se puede, si eres capaz de trabajar 10 horas al día (a veces un poquito más), podrás pagarte casa, auto, móvil, comida, unos tragos, ropa nueva y hasta podré terminar de reunir para traerme a mi mamá, mi hermana y mi perrita, algo que “en la mierda más grande del mundo”, perdón “el mejor país del mundo”, era imposible.

Mi gran frustración es no haberme ido antes, es haber creído en todas las patrañas de los que me decían que ese era “el mejor país del mundo”, que en ningún sitio estaría como en Venezuela, bueno, esto último sí es cierto, porque en ningún sitio se es tan miserable y se vive tan enterrada en la mierda como en Venezuela, donde todo es un problema, donde cada día las cosas están diez veces más caras, donde si consigues algo es imposible pagarlo porque no tienes dinero. Y donde, en cualquier momento, hasta bajando al aeropuerto estás expuesta a que te quiten la vida.

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El que me quiera venir con sentimentalismos baratos y manipulaciones psicológicas de que Venezuela es el mejor país del mundo o de que volverá a ser grande, se va a encontrar con una pared infranqueable aquí, porque no me como esos cuentos baratos pensados para engañar a la gente y para que, los que están allá, no emigren y los que estemos afuera nos sintamos mal o culpables de haber buscado una mejor vida.

Lo lamento, yo ni corro en ese clásico ni juego ese parley, y por favor, a los que acaban de emigrar, quítense la puta gorrita y la puta chaqueta de Venezuela, que más que orgullo lo que dan es vergüenza, parecen unos payasos haciendo apología de la decadencia.

María Laura Gómez

Este artículo de opinión fue enviado a [email protected] por María Laura Gómez, inmigrante venezolana residenciada en Madrid