El tráfico, las tareas que no terminan en el día a día, las presiones laborales y otros factores hacen que hoy por hoy soportemos con mayor frecuencia el tan nombrado estrés. Ese padecimiento que se manifiesta de diferentes formas (alternaciones del estado de ánimo, trastornos alimenticios, problemas para dormir, etc.), que termina enfermándonos. Así lo reseña la página web ElTiempo.com:
No obstante, según los expertos, la inteligencia emocional es la mejor herramienta para combatirlo, pues permite mantener un equilibrio interno, que protege a las personas de condiciones externas que generan molestia.
“La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer las emociones en el momento en que se presentan y poder cambiarlas, redirigirlas o frenarlas si es necesario. Es esencial para transformar las situaciones que provocan tensión, estrés e insatisfacción”, explica la psicóloga María Elena López, autora de varios libros relacionados con inteligencia emocional.
Daniel Goleman, el psicólogo reconocido por el libro Inteligencia emocional, puso al mundo hablar sobre este tema en 1995, cuando mostró que algunas personas son exitosas a pesar de no tener un intelecto desarrollado, mientras que otras que sí lo tienen no llegan lejos. Su teoría es que esta técnica permite a los seres humanos tomar conciencia de sus emociones, comprender los sentimientos de los demás y tolerar presiones y frustraciones, algo importante para felices.
La autoconfianza, la empatía, la perseverancia, el autocontrol, la autodisciplina y el altruismo ayudan a desarrollar y fortalecer esa inteligencia emocional. Estas son algunas recomendaciones de los profesionales para combatir el estrés y fortalecer la inteligencia emocional.
Aliméntese bien
– Consuma las tres comidas diarias: desayuno, almuerzo y cena.
– Procure comer los siguientes alimentos que contrarrestan el estrés: dietas ricas en vegetales y frutas por su capacidad antioxidante, infusiones aromáticas de manzanilla, cidrón, jengibre rallado, canela, limonaria, hinojo, menta, yerbabuena y toronjil.
– Evite o reduzca comidas precocidas, comida chatarra, bebidas como café y alcohólicas, azúcares refinados, alimentos congelados y carnes rojas.
Haga ejercicio y medite
– El yoga es uno de los ejercicios más completos para relajar el complejo cuerpo-mente-emoción y equilibrar el sistema. “Es una propuesta integral que trabaja la conexión con el propio ser en todas sus facetas. Nos permite escuchar nuestro cuerpo y observar si existe coherencia entre lo que sentimos, lo que pensamos y lo que hacemos. Involucra posturas, movimiento (transición entre posturas), respiración y una actitud mental concentrada, que son importantes, pues el movimiento y la respiración tienen una relación de causa-efecto: el movimiento causa respiración y la respiración causa movimiento”, explica Esther Narváez, maestra de yoga capacitada en la India y fundadora de Inspirayoga.
– Dedique cinco minutos al día para centrarlos en la respiración tomando conciencia de la inhalación y la exhalación, sin esforzarse por no pensar, simplemente permita que los pensamientos fluyan y sigan su curso sin envolverse en ellos.
Mejore su relación con los demás
– Exprese el afecto que siente a las personas que quiere.
– Esfuércese por aceptar las diferencias que encuentra en las personas.
– Póngase en el lugar de ellas y comprenda sus respuestas.
– Aumente su confianza en los demás, siéntase querido.
– Tenga una actitud de ayuda y apoyo hacia los demás.
Mejore su relación consigo mismo
– Trate de ver un cambio como un desafío positivo, no una amenaza.
– Acepte las responsabilidades.
– Entienda que no siempre las cosas son como usted espera.
– Diga “no” cuando quiera decir “no”.
– Prepárese lo mejor que pueda para sucesos que usted sabe que pueden ocasionarle estrés.
– Esfuércese por resolver los conflictos con otras personas.
– Pídale ayuda a sus amistades, familiares o profesionales.
– Fíjese metas realistas en su casa y en el trabajo.
– Rodéese de personas que lo ayuden a su crecimiento personal.
– Libérese de todas aquellas emociones que le producen malestar, dolor o sufrimiento.
– Perdónese a sí mismo y a otros.
– Establezca una programación diaria basada en prioridades.
– No se sobresature con actividades.
– Respete los tiempos de transición entre cada actividad, esto significa permitir entre uno o dos minutos para adaptarse a cada situación nueva que enfrenta en el día.
– Use aceites esenciales como lavanda, naranja, bergamota, lima, etc.
– Escuche música que serene el alma.
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14 de octubre de 2015Recomendaciones
