Radical testimonio: ¡O luchamos ahora o perdemos la patria!

Radical testimonio: ¡O luchamos ahora o perdemos la patria!

Ya no hay duda, esta es la última oportunidad que nos queda. Si no salvamos el país ahora, si no continuamos la lucha hasta el final, no habrá mañana. El régimen está dispuesto a todo con tal de mantenerse en el poder y, si perdemos este impulso que hemos logrado a nivel interno sumado al apoyo en el exterior, no volveremos a tener otra oportunidad así en décadas.

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La lucha debe ser hasta el final, no podemos doblegarnos ni frenarnos con un eventual llamado a elecciones regionales. Es nuestro deber exigir, desde el sitio en el que estemos, cambio de CNE, cambio de TSJ y hacer un llamado inmediato a elecciones generales para posteriormente realizar una Asamblea Nacional Constituyente, que cree una nueva Carta Magna y cambie por completo la estructura político administrativa del país.

Es imprescindible que cambiemos el modelo presidencialista que ha imperado hasta hoy día, ese sistema es perfecto para el surgimiento de caudillos como Hugo Chávez que lo que han hecho es mucho daño al país.

Venezuela necesita y debe convertirse en una democracia parlamentaria al mejor estilo de la mayoría de los países europeos, debemos rescatar la bicameralidad del parlamento y darle a este el poder absoluto en todos los niveles, desde el Congreso, pasando por las Asambleas Legislativas y las Cámaras Municipales.

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Además de eso, es imprescindible reformar y renovar por completo los cuerpos de seguridad del Estado (policías nacionales, regionales y municipales), así como la eliminación de la Guardia Nacional y hacer cambios profundos en las Fuerzas Armadas para depurarlas de elementos que estén vinculados a situaciones que no estén de acuerdo con las leyes.

El rescate de Venezuela va más allá de unas simples elecciones, se requiere un cambio de mentalidad, de cultura y de que sean restaurados los valores, la ética y la moral que gran parte de la población ha perdido y para eso será necesaria mucha educación, que debe comenzar, sin lugar a dudas por los cuerpos de seguridad que serán los encargados de velar que las leyes se cumplan, porque si eso no sucede, el cambio no será posible.

Sin unos policías honestos, íntegros, bien educados, bien pagados, que vivan en sitios dignos y lejos del malandraje, que tengan un nivel de vida medio – alto, no podremos lograr los cambios, porque ellos serán los responsables de hacer que las leyes se cumplan, a ellos les tocará la ardua labor de no ceder a los intentos de soborno a los que estamos acostumbrados en Venezuela, serán ellos la primera línea que tendremos para que Venezuela sea una nación de bien.

Sin unos funcionarios honestos e íntegros, no habrá nada que hacer, porque al final, la cultura de la corrupción seguirá vigente y mientras eso suceda, no habrá salvación posible para mi mancillada Venezuela.

Escrito por Juan Andrés Gómez

Este artículo de opinión fue enviado al correo [email protected] por su autor