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Persiste exclusión por VIH en Panamá

A pesar de que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) fue descubierto hace tres décadas, aún persiste el estigma y la discriminación contra las personas que, al ser portadoras, buscan servicios de salud. Publicado por Aleida Samaniego C. en La Prensa.
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Esta situación quedó retratada en un informe elaborado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) en conjunto con entidades del país, en el que fueron entrevistadas más de 790 personas.
El documento, denominado Índice de Estigma y Discriminación a personas con VIH, arrojó que el 27% de las personas con VIH no recibió consejería cuando se hizo la prueba y el 9% ha percibido que se le niega la atención por su condición. Al mismo tiempo, 25% fue aconsejado por personal médico para no tener hijos.
Aurelio Núñez, jefe del Programa Nacional de ITS/VIH/sida del Ministerio de Salud (Minsa), dijo que los resultados del informe reflejan una percepción y no una realidad, pero deben respetarse.
Sin embargo, afirmó que para remediar la situación se lleva adelante un programa de capacitación en las instituciones del Estado, respecto al trato previo y posterior al diagnóstico.
Además, el Despacho de la Primera Dama se unió por primera vez a la campaña mundial de Onusida Cero Discriminación.
La iniciativa, que se desarrollará por un año, tiene como objetivo crear un clima de respeto, solidaridad e inclusión para que todas las personas con VIH puedan vivir sin temor a ser atacadas, criminalizadas o estigmatizadas.
RETO PENDIENTE
Las personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en Panamá son sometidas a actos de discriminación todos los días y este rechazo se experimenta en su vida cotidiana y al momento de buscar atención médica o un trabajo.
Así lo revela el Índice de Estigma y Discriminación a personas con VIH en Panamá, elaborado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida), el Ministerio de Salud (Minsa) y otras instituciones, y para cuyo cálculo fueron entrevistadas más de 790 personas en las provincias de Panamá, Colón, Coclé, Herrera, Los Santos, Chiriquí, Veraguas y Bocas del Toro.
El estudio, dado a conocer el pasado 1 de marzo en el marco del Día de Cero Discriminación, tenía como objetivo conocer los planteamientos de las personas con VIH de diferentes edades, sexo, niveles educativos y condiciones socioeconómicas sobre los diferentes aspectos relacionados con el estigma y discriminación, y los derechos de las personas que portan el virus.
SALUD Y DISCRIMINACIÓN
La investigación arrojó que el 27% de las personas que viven con VIH encuestadas no recibió consejería cuando se realizó la prueba del virus. Mientras, 9% ha percibido que se le niegan los servicios de salud por su condición clínica.
El documento muestra que en aspectos de salud sexual y reproductiva también existe presión por parte del personal de salud, pues el 19% de las mujeres embarazadas con VIH encuestadas dijo haberse sentido presionada para que se esterilizara y el 25% fue aconsejada por el personal médico para no tener hijos.
En ese sentido, Onusida para América Latina y el Caribe, mediante un cuestionario que respondió a este medio, puntualizó que solo la mujer puede decidir si
desea tener un hijo o no, ya que ser madre es parte de sus derechos sexuales y reproductivos y el rol del personal de salud es proporcionar información, asesoramiento y el apoyo que la mujer necesita para tomar una decisión informada.
El organismo internacional sostiene que tener hijos es una opción para las personas que viven con VIH, porque las investigaciones indican que el conjunto completo de medidas de prevención (asesoramiento, pruebas, asistencia prenatal exhaustiva y asesoramiento pertinente y terapia antirretroviral) puede reducir el riesgo de transmisión materno infantil a menos de 2%.
De hecho, las estadísticas del Minsa hasta octubre de 2015 dan cuenta de que en Panamá solo el 2.6% de los contagios se ha dado directamente de madre a hijo; mientras que el 70% por transmisión sexual, 1% por transmisión sanguínea y 26% desconoce la forma en que se contagió con el virus.
La socióloga de la Coalición Panameña por la Educación Integral en Sexualidad, Rubiela Sánchez, sostuvo que a pesar de todos los avances reportados en la sociedad en cuanto a salud y los derechos humanos, siguen presente retos, porque cuando a la mujer se le diagnostica positiva es estigmatizada y discriminada más que el hombre, ya que se juzga no solo por su condición de positiva, sino que se comienza a cuestionar con mayor ímpetu la forma de cómo adquirió el virus.
Sánchez enfatizó que la ciencia ha avanzado lo suficiente para que hombres y mujeres con diagnóstico positivo puedan tener hijos. Lo que debe recomendar el personal de salud a la mujer es ser disciplinada, con controles prenatales y a ser adherente a la terapia antirretroviral.
Tanto Onusida como Sánchez concluyen que la discriminación se registra más al momento de buscar atención médica.
Según el organismo internacional, en los índices captados en los países de América Latina lo que más destaca es la discriminación hacia las personas con VIH en los servicios de salud.
Incluso, Onusida plantea que a una de cada ocho personas con VIH en el mundo se le niega el acceso a la atención médica por discriminación.
Los informes de estigma y discriminación muestran, por ejemplo, que en Colombia se negó los servicios de salud al 27% de las personas encuestadas por su condición; y en Argentina el 19% sufrió lo mismo.
VIDA COTIDIANA DIFÍCIL
Los panameños que viven con VIH –al menos 14 mil 115 personas, según el Minsa– no solo tienen que enfrentar la discriminación al momento de buscar atención médica o asistencia para tener sus hijos, sino también en su vida cotidiana. De hecho, el 52% de los encuestados expresó que las personas murmuran acerca de su condición; 25% ha sufrido violencia verbal; 14% perdió el empleo; y 12% fue obligado a cambiar de domicilio, debido a la presión de sus vecinos.
Además, el índice de Onusida en Panamá evidenció que una de cada cinco personas que vive con el virus se culpa a sí misma y tiene baja autoestima; es decir, se culpa internamente por su situación.
‘UNA PERCEPCIÓN’
“Las cifras reflejan una percepción y no una realidad”, manifestó Aurelio Núñez, jefe del Programa Nacional de ITS/VIH/sida del Minsa, al consultarle sobre los resultados del Índice de Estigma y Discriminación a personas con VIH.
Sin embargo, consideró también que, a pesar de ello, la encuesta debe respetarse porque definitivamente hay mucha gente que sufre discriminación, pero no por el hecho de tener VIH, sino porque parte del personal de salud tiene un manejo poco profesional; sencillamente, porque el país “no está
enfocado en la calidad del servicio y eso es en muchas áreas, no solo en el sistema de salud”.
“Lo que sí es cierto es que es totalmente intolerable que cualquier persona que va a buscar cualquier servicio sea maltratada”, dijo.
Para remediar la situación, informó que se lleva adelante un programa de capacitación en las instituciones del Estado, respecto al trato previo y posterior al diagnóstico.
Núñez hizo un llamado a las personas que en algún momento hayan sido discriminadas por su condición para que presenten las denuncias.
Agregó que es consciente de que aún queda mucho trabajo por hacer para incentivar a las personas a que se hagan las pruebas; para promover medidas de protección, informar sobre los medicamentos para tratar esta condición y educar sobre las infecciones de transmisión sexual.
En lo que respecta a educación, Núñez coincidió con Orlando Quintero, presidente de la Fundación Pro Bienestar y Dignidad de las Personas Afectadas por
el VIH/sida (Probidsida), quien sostuvo que es necesario que todos los sectores de la población asuman su compromiso para evitar que el VIH se siga propagando entre la población.
Además, añadió que la discriminación por parte del personal médico se registra más cuando las personas están en la etapa sida.
CAMPAÑA
Frente a toda esta situación de estigma, aislamiento y abandono que viven las personas con VIH, el Despacho de la Primera Dama lanzó hace unos días por primera vez en Panamá la campaña Cero Discriminación con el lema: “Sé la transformación que deseas ver” .
La iniciativa tiene como objetivo crear un clima de respeto, solidaridad e inclusión para que todas las personas puedan vivir sin temor a ser atacadas, criminalizadas o estigmatizadas.
Panamá se une por un año a los esfuerzos mundiales de la campaña de Onusida Cero Discriminación, lanzada en diciembre de 2013 por Michel Sidibé, director ejecutivo de este organismo internacional, en colaboración con la galardonada en 1991 con el Premio Nobel de la Paz, Daw Aung San Suu Kyi, defensora de los derechos humanos.