Dentro del continente europeo existe la figura de “licencia de conducir internacional” que se aplica a todos los Estados miembros, y otros fuera del bloque, como algunos de América, entre ellos: Chile, Bolivia, Venezuela, Colombia y Uruguay, además de Estados Unidos. En el país galo se expiden tres tipos de licencias: A, B y C, las cuales se diferencian por el tipo de vehículos que se pueden manejar con cada una de ellas. La primera es para automóviles livianos, o máquinas que no sobrepasen los 3.500 kilogramos de peso; la B se circunscribe a los camiones cuya carga es mayor a los 3.500 kilogramos; y la tercera (C) está dirigida a los motoristas.
Cabe destacar que en Francia los certificados de conducir de los países que integran la Unión Europea están perfectamente habilitados, y no necesitan de permisos puntuales distintos, a menos que deseen cambiar el estatus que les otorga su categoría. Mientras que las distintas embajadas alrededor del mundo, en su mayoría, homologan los permisos de manejo que se expiden en sus países de origen, mientras estén de paso, al menos un año, por el territorio de la Torre Eiffel.
Los franceses
Los locales deben inscribirse en las Autoescuelas propuestas por el gobierno federal o municipal para efectuar el curso de manejo por primera vez, para luego aplicar al proceso que se denomina “Conductor Joven”, en el cual se estudia durante tres años la experiencia del chofer, con el fin de otorgarle su permiso de conducción sin ninguna restricción; antes de ello deben someterse a exámenes médicos durante la solicitud de su primer carnet de manejo.
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Requisitos:
- Tener más de 18 años
- Vigencia del Carnet Nacional de Identidad
- Superar el curso de manejo de las Escuelas establecidas
- Ser admitido por los criterios de elegibilidad que resultan de una prueba técnica aplicada al solicitante
Para la categoría B, los nacionales deben haber tramitado la primera licencia tipo A, y tener al menos 2 años de experiencia con la misma, con el fin de proceder a cambiar su nivel de manejo; luego se procederá a la aplicación de varias pruebas para comprobar las habilidades del chofer dentro de la nueva categoría.
Para las motocicletas los requisitos son semejantes a la categoría A de automóviles, salvo que las pruebas tienen otras características, y se exige estar equipado con todas las herramientas de protección necesarias.
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