Tiene un año en Panamá sin pisar Venezuela, y esta es su historia

Tiene un año en Panamá sin pisar Venezuela, y esta es su historia

La inmigrante venezolana Carmen Alcalá hizo llegar al grupo de Facebook “Inmigrantes en Panamá” sus reflexiones tras un año viviendo en el istmo centroamericano y compartimos con ustedes sus emotivas palabras:
Tiene un año en Panamá sin pisar Venezuela y esta es su historia
Un año en tierras panameñas. Un año sin pisar Venezuela. Hoy cumplimos un año de nuestra migración. Hoy puedo decir que descubro atardeceres con puestas de sol.
Ya no puedo puedo precisar en qué momento se hizo pequeño el nido que en mi tierra me alojaba en sus ramas. Ya no tengo esa incertidumbre cuando tomé aquel vuelo de avianca que me traía a un nuevo suelo. Ya me siento parte del sitio donde estoy. Me siento residente del país donde jamás pensé vivir.
Poco a poco (rápido para muchos) las raíces van creciendo, abriéndose paso en la abonada tierra panameña, mientras mis alas se despliegan en un cielo lejano a mi amada Venezuela, intentando, simplemente, volar.
No ha sido fácil. Pero tampoco ha sido terrible. Empezamos juntos, mi esposo y yo, a navegar por terrenos desconocidos, arriesgando lo seguro, con la esperanza de acceder a algo mejor, y así sin darnos cuenta este país nos adoptó.
No olvido mis orígenes, tampoco quiero hacerlo, y aún, a veces convivo con mi compañera de viaje: la nostalgia. Nostalgia de todas esas personas, familiares, amigos y parientes a quienes tanto quiero, nostalgia de lugares como el frío de San Antonio de los Altos y nosotros sentados en el sofá, acurrucadados, tomando algo caliente y viendo una película. Nostalgia de irme de viaje con mis padres, de los almuerzos todos los domingos en casa de mis suegros, los café al mediodía en mi oficina, las reuniones de todos los viernes con mis amigos para cerrar la semana… nostalgia de sabores y olores como las papas bravas de mi Restaurant favorito, de la sopa preparada por mi suegra, de los platos exquisitos que se comen en casa de mis padres, de la parrillada en familia. Nostalgia de rituales pequeños o aparentemente insignificantes, como el de ir a comer hallacas de noche, en medio del frío, en plena feria navideña en San Antonio de los Altos. O ir religiosamente a ver las comparsas en carnaval en mi pueblito Cariaqueño.
Pero, hace un año no sabía cómo llenar mi maleta con todo lo venezolano. Hoy no sé cómo completar esa maleta metiendo además los recuerdos panameños.
Si, esta tierra nos adoptó. Y no fue lento. No. Nos adoptó de sopetón. Así, sin darnos cuenta, nos agarró entre sus brazos y nos llenó el alma de atardeceres, nos contagió con sus fechas patrias, nos enseñó a comer sao… Esta tierra de S acostada, nos está llenando más maletas de momentos.
Hoy miro hacia atrás y sé que apretujar nuestra vida en aquellas famosas siete maletas con las que salí de Venezuela, y mudarnos a otro país, fue una de las mejores decisiones que hemos tomado jamás. Porque cuando te marchas, cuando conviertes tu vida en viaje e incertidumbre, creces. Te enfrentas a nuevos retos, descubres en ti facetas que desconocías, te sorprendes y te dejas sorprender por el mundo. Aprendes y amplías tus perspectivas. Desaprendes y, a base de algún golpe y unas cuantas lecciones, creces en humildad. Evolucionas. Añoras… y creas recuerdos que ya no te abandonarán.
Hace un año exactamente dejé mi tierra y otra tierra me abraza desde entonces. Un año lejos de todo y de todos los que conocíamos.
Debo reconocer que soy feliz. He dejado atrás muchas cosas, pero he encontrado otras que me han hecho una mejor persona. Tengo nuevos momentos, nuevos rituales, veo constantemente a mi familia (jamás había visitado tanto un mismo aeropuerto como el de acá), tengo nuevos amigos de esos que se convierten en tu familia… tengo seguridad y libertad. Paseo, viajo, disfruto… VIVO!!!!
Nada es perfecto en la vida, pero si pudiera definir qué es lo que me falta para que mi vida en este momento fuera perfecta solo diría “me faltan ustedes, los que dejé en Venezuela”…
Gracias, Venezuela.
Gracias, Panamá.

InmigrantesEnPanama.com