Muchas personas tienen la creencia de que el futuro depende de su entorno, de la familia, de los estudios, del trabajo, del país, del gobierno o incluso de la posición en que veíamos las estrellas el día que nacieron.
Si bien todo de eso quizás pueda influir un poco, tu futuro depende única y exclusivamente de ti, de tu esfuerzo, tu empeño y del énfasis y ganas que le pongas a las cosas. Por ejemplo, hay muchísimos casos documentados de personas que reciben grandes empresas muy productivas como herencia y al cabo de pocos años las tienen que vender a precio de gallina flaca porque se volvieron locos y dilapidaron todo lo que sus padres les dejaron ya que no les interesó ser responsables con dicho legado; pero por otro lado, hay personas que han salido de la nada, de ser totalmente pobres y abrirse paso poco a poco hasta convertirse en alguien con mucha influencia, bien sea política, económica o ambas, como por ejemplo Barack Obama.
Construir tu futuro es algo que depende principalmente de ti, por supuesto, siempre hay elementos fuera del control de uno, por ejemplo que un asteroide choque contra la tierra y que nos mate a todos, pero en líneas generales, apartando esas cosas, cada quien es responsable de las cosas que logra o deja de lograr.
Y escribo esto porque desde niño se me hacía muy difícil entender por qué la gente solía culpar a los otros de sus desgracias, por ejemplo, en el pueblo donde crecí, los trabajadores llegaban los viernes en la tarde recién cobrados y se dejaban una buena tajada de su salario en el bar de la esquina, luego se gastaban otra parte con la amante y lo que sobraba se lo quitaba la mujer con la que vivía; entonces, luego de dilapidar y despilfarrar prácticamente todos sus ingresos semana tras semana criticaban al dueño del bar por tener una casa o un carro mejor que el de ellos.
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Y que nadie me diga que es porque no tuvieron oportunidades, porque en esa época, el trabajar en la industria petrolera venezolana significaba un sueldo semanal superior a lo que cobraba mensual un profesor universitario, que era un gran salario para el momento, así que el dinero les entraba a manos llenas; y que tampoco me digan que es por falta de educación porque mi padre y el padre de mi mujer eran pobres, muy pobres, de madres analfabetas, que el primero apenas logró sexto grado y el segundo no pudo completar el bachillerato pero con sentido común y mucho trabajo fueron capaces de construir un futuro para ellos siendo capaces de salir del barrio y vivir en buenos sitios, así como darle educación a sus hijos.
Lo que intento decir es que en los países capitalistas el pobre es pobre porque quiere ser pobre, porque no le da la gana trabajar en función de salir de abajo, sino que cualquier ingreso que tiene lo gasta sin miramientos mientras que al mismo tiempo culpa de sus desgracias a aquellos que han ahorrado, economizado y planificado su futuro al privarse de gastos superfluos.
Mientras que en los países comunistas o donde manda la izquierda radical como Venezuela, el pobre es pobre porque al gobierno le da la gana, es gracias a las políticas gubernamentales que casi todos (con la excepción de los enchufados) son pobres y no importa lo que hagas, lo que planifiques, siempre seguirás siendo miserable. Así que, una vez más, como tu futuro depende de ti, lo único que puedes hacer de un país con esas características es huir, irte de ahí y construir tu vida en un sitio en el que se pueda lograr.
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