Viveza criolla genera problemas a venezolanos en Perú

Viveza criolla genera problemas a venezolanos en Perú

El periodista Daniel Blanco emigró a Perú y narró cómo logró ser beneficiado con el Permiso Temporal de Permanencia que está otorgando el gobierno peruano a los venezolanos. Este es su testimonio. “Desde hace seis semanas estoy en Lima. Decidí venir a Perú por un par de años para reunir capital y luego invertirlo en Venezuela. Perú, a diferencia de otros países latinoamericanos como Chile o Venezuela, tiene leyes de migración bastante estrictas, publicado en Contrapunto.com:

venezolanos en perú

El Permiso Temporal de Permanencia (PTP) fue una iniciativa del gobierno peruano para que los venezolanos (solo los venezolanos) obtuvieran una visa de trabajo en Perú sin tener que pasar por el permiso de firma de contrato y el carnet de extranjería, que son procesos largos y costosos. Los requisitos: No estar solicitado y pagar un monto en el banco por el carnet.

La comisaría de Interpol Perú es el primer paso. Los funcionarios registran huellas, tatuajes, marcas y hasta dientes de todos los extranjeros, investigan y luego emiten una carta en la que explica que la persona investigada es sana y no tiene antecedentes penales o judiciales. ¿El problema? Bueno, los funcionarios antes atendían 40-70 extranjeros al día, ahora atienden 300 venezolanos al día.

Obviamente la alta demanda genera cola y la cola genera viveza criolla. Los últimos días de enero todos los males de Venezuela estaban en esa cola. Desde los que entran, obtienen una planilla sin llenar adentro y la revenden afuera, hasta los que llegan de madrugada y pretenden montar una carpa en la vía pública «porque así lo hacían en Venezuela».

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Estos comportamientos sumados a la mierda que sale de los grupos de «Venezolanos en» *inserte cualquier ciudad extranjera*, creó preocupación en las autoridades. Ya les explico lo de los grupos. La cosa es así, en los grupos la mayoría de los post son así:

1) «Voy por tierra y solo tengo tres puyas, ¿quién me mantiene y le da casa a mis cinco hijos, cuatro primos y un perro, cuando llegue allá? ¿Puedo dormir en los parques?»

2) «No quiero sacar papeles, ¿puedo vender chicha en el mercado o ser mototaxista sin licencia?»

3) «Chicas que llegan de Caracas y busquen trabajo pregunten al inbox, buenos ingresos atención al cliente por hora». Esto no es paja, en serio hay esa clase de post.

A ninguno se le ocurre preguntar si hay un trabajo de mesonero, vigilante, cocinero, albañil, niñera. Todos quieren todo fácil y regalado.

Y bueno, hablando claro, ningún país quiere darle asilo a mendigos, buhoneros, raspacupos o prepagos, por muy feo que suene. Tampoco es que estén pidiendo que solo lleguen médicos cirujanos y científicos, pero, algunos de los recién llegados están jodiendo la reputación de venezolanos que llevan años en Perú construyendo una comunidad respetable.

De eso me di cuenta hoy, en la cita del PTP. «Entrega tus documentos allá y no creas en lo que te digan los demás, no aceptes nada», me dijo el oficial que me atendió, refiriéndose a mis demás compatriotas, que venden puestos en la cola por 30 soles, que son al menos 10 dólares. Cuando fue mi turno a la ventanilla, entregué mis documentos de Interpol, mi pasaporte y unas fotos tamaño carnet. «No creo que te salga hoy, ese carnet tarda hasta un mes en salir», dijo la funcionaria.

«Pero yo lo necesito ya, voy a trabajar en un periódico en una semana y sin ese carnet puedo perder el contrato», le respondí. «¿Ah vienes a trabajar? Lo hubieras dicho antes», replicó la funcionaria antes de darme una hoja y decirme que había sido escogido bajo criterio especial para obtener el carnet el mismo día.

Luego de una hora, conversando la funcionaria, me confesó que la mayoría de las personas que pasaban por su taquilla tenían que ser evaluadas nuevamente, porque se sospechaba que estuvieran en malos pasos. Entre esas re-evaluaciones estaba una jeva maracucha.

La tipa tenía ropa de marca, las tetas operadas y carteras de diseñador. Todo bien, hasta que los agentes ven que la caraja no ha tenido un solo contrato de trabajo en los seis meses que tiene en Lima y no tenía residencia fija.

«Cómo la flaca obtuvo esa clase ingresos si no tiene trabajo formal. En el mejor de los casos es una puta, pero es posible que también sea burrera (mula) o pepera (ladrona)». Dijo en voz baja un vigilante. «Ustedes tienen que filtrar a su misma gente», sentenció.

No sé si serán cosas mías o efectivamente las acciones de unos pocos van a generar un estereotipo negativo del venezolano. Si 100 o 500 que la embarres van a afectar la reputación de 8.000 que sí le «echan bolas». Los que ya estamos en el exterior tenemos la responsabilidad de dejar el nombre del país en alto, mostrar que Venezuela tiene gente capacitada y honrada. Tenemos que dejar que nuestro trabajo, modales y habilidades hagan mas ruido que las malas mañas de la minoría que se trajo el rancho en la cabeza.

Y bueno, al final me dieron el PTP a mí y a otros 60 venezolanos ese mismo día. Unos 6.000 tendrán que esperar entre 15 y 30 días para que les aprueben el documento. Antes de irme, un chivo de la institución se me acercó y me dijo «Nosotros podemos sacar el carnet en una semana o dos semanas, los treinta días son para investigar, hacer evaluaciones a los venezolanos sospechosos».”