Todo ser humano posee diferencias sociales, culturales y étnicas que, a lo largo de historia, pueden no ser valoradas como una ventaja, sino que conducen a la desconfianza o al rechazo de los otros. A pesar de estar en una era donde la mezcla racial abunda, según el sitio web emigrante.com.ve, “muchos países se encuentran todavía en el atraso que fomenta la intolerancia a la diversidad, defendiendo un concepto errado de soberanía que responde a un proteccionismo absoluto de lo local”. Publicado por José Ángel Álvarez en El Tiempo.
A este fenómeno, también caracterizado por el desprecio, maltrato y humillación a personas extranjeras, se le da el nombre de xenofobia.
Proveniente de los términos griegos xénos (extraño) y phobos (miedo), tiene como ideología la exclusión de toda identidad cultural ajena a la propia, a todo lo que sea distinto y desconocido.
Más que una palabra, es un hecho que ha causado estragos mundialmente y para el cual Venezuela no es excepción.
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El sociólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y profesor de la Universidad de Carabobo, Williams Aranguren, dijo que el mundo ha transitado por un proceso de evolución donde ciertas crisis, en diferentes escenarios, han provocado fuertes procesos migratorios.
“Algunos países han recibido más cantidad de emigrantes que otros y ese es el caso de Venezuela. En un principio, en la década de los 70, le abrimos las puertas a chinos, portugueses, italianos, colombianos, españoles y más; y aunque hemos sido recelosos por lo nuestro, tenemos la peculiaridad de ser dicharacheros con todos”.
Aranguren afirmó que actualmente la situación es distinta. “Ahora es el venezolano el que ha comenzado a emigrar masivamente para buscar oportunidades. Pero no ha sido fácil, ha sido mal visto”.
Aseguró que en nuestra cultura no estaba la emigración -entre otras cosas, por las características que conlleva ser un país petrolero-, pero que hoy existen circunstancias diferentes que le hacen ver al criollo lo que el mundo sufría desde hace mucho.
Rechazo naciente
El éxodo de venezolanos hacia países vecinos, e incluso más allá de nuestro continente, ha crecido en los últimos 5 años, según Aranguren.
Cifra que refleja, por primera vez, el maltrato mediático y la discriminación hacia nuestros habitantes.
El catedrático expone que no existe una razón exacta para mostrar esta actitud hacia el extranjero, pero que existen situaciones que pudieran causar ese comportamiento, injustificable en todo caso.
Comentó que una de las características del emigrante venezolano es su juventud y óptima preparación académica, lo que acarrea en la competencia, envidia y trabas a la hora de buscar empleo.
Un caso reciente y significativo ocurre en Panamá. Aunque no es alarmante, se han visto muestras claras de xenofobia la existente.
El profesor reveló que una alumna, al viajar a Colombia, procuraba no decir que era venezolana. “Le daba pena, y es allí donde observamos el impacto negativo que esto conlleva”.
Causas
El sociólogo y docente de la UCV, Carlos Agelvis, asegura que aproximadamente más de 3 millones de venezolanos han emigrado.
Dijo que en América Latina siempre ha existido este tipo de discriminación. Sin embargo, asegura que el componente xenofóbico está más marcado en Europa y EE UU.
“Aunque aquí existe, en menor grado, creo que nosotros mismos también nos hemos autodenigrado”.
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A su juicio, los patrones de conducta negativos como la “viveza criolla” -acentuada por la actual crisis financiera nacional- y el irrespeto a la leyes, ha causado y promovido, en cierto grado, que se generen estas humillaciones.
“Aquí se tiene una forma muy particular de ver la vida. Algunos criollos fuera, cuando van a un automercado, llenan el carrito hasta el tope, miran ‘por encima’ a los demás o pasan la luz del semáforo cuando no les toca. Son cosas por las que somos mal vistos”, recalcó el docente.
En defensa
Agelvis aconsejó que para combatir estos agravios, es necesario asociarse en grupo o en comunidades virtuales.
Durante los últimos años, en la red social Facebook, se han unido venezolanos en Chile y Argentina para ayudarse mutuamente, recomendarse abogados -en pro de lograr con éxito trámites de visa, trabajo, residencia, etc- y acoplarse satisfactoriamente a la nueva vida en el exterior.
El docente también sugiere viajar más seguido, aprender otro idioma, empatizar con los demás y aprender acerca de otros pueblos y culturas.
“Igualmente, para evitar estos malos ratos hay que tratar de convivir con nuestros paisanos. Es así como tenemos acá una hermandad gallega o un centro árabe”, expresó.
Consecuencias
El experto, Williams Aranguren, quien considera la xenofobia como “un extremo de la discriminación” y “el irrespeto a las leyes” como uno de los puntos de partida de este problema para los venezolanos, aseguró que podrían existir consecuencias psicológicas y emocionales.
Afirmó que, posiblemente, la gente asume como inocentes estos ataques pero podrían no estar en lo cierto.
Explicó que cuando una persona se va a otro país, lo hace con las mayores expectativas, de socializar, de ser parte de un grupo, de hablar el mismo idioma y de compartir las mismas costumbres.
“Así somos los venezolanos, muy dados a las relaciones. Es decir para nosotros es muy importante ese proceso de integración y ser parte de una cultura”, aseveró.
Entonces, el sólo hecho de no ser aceptado genera un impacto mental importante y que puede llegar hasta la depresión.
Los emigrantes criollos viven una época difícil, en la que “pueden estar allá pero sus pensamientos sigue aquí”.
Aranguren concluyó asegurando que el extranjero nunca tendrá una sola patria y que las poblaciones del mundo ahora se diferencian menos.
