En 2014, Olga Lucía Muñoz* llegó a Colombia, proveniente de Venezuela, en busca de un nuevo comienzo para su familia. Socióloga de profesión, esta caraqueña encontró en Colombia la oportunidad para que ella y su esposo le apostaran a un futuro estable.
En 2015, cuando consiguió trabajo y pudo costear la educación para su hijo, Juan Camilo, lo trajo a vivir al país. En 2018 fue cuando, por primera vez, desde que llegó a Colombia, Juan Camilo y Olga Lucía experimentaron lo que se siente ser rechazado por su nacionalidad.
“La situación empezó por un grupo de WhatsApp en el que estamos todas las madres de los niños del salón. Una de las madres un día puso un audio ofensivo en contra de los venezolanos, donde incitaba al rechazo”, relató Olga Lucía.
Los compañeros de Juan Camilo comenzaron a mirarlo con reparos, no querían compartir con él y lo apartaban de los grupos, aludiendo a que él y su familia venían a quitarles oportunidades de empleo, educación y salud a los colombianos.
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Una situación similar le ocurrió a Lucía Pirela quien también llegó de Venezuela con sus dos hijos. Ella es una de las 346.944 personas que ingresaron a Colombia sin autorización en el último año, según la cifras de Migración Colombia. Lucía vende dulces en los buses y en las calles, en donde “es usual” que la miren con críticas, no solo porque lleva de la mano a los dos niños, sino porque el tercero se desarrolla en su vientre.
“Hace poco mientras me resguardaba de la lluvia, entré en una panadería y una señora que estaba ahí cuestionó mi nacionalidad, que tuviera dos niños, un embarazo y, de paso, lo comparó con mi situación económica”.
Somos Panas. A partir de estas y otras manifestaciones de rechazo que se visualizaron a través de redes sociales, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) creó la campaña ‘Somos Panas’, que busca disminuir las manifestaciones de xenofobia hacia los migrantes y refugiados venezolanos, “aquellos que tuvieron que dejar su país para venir a Colombia en busca de nuevas oportunidades de vida y de protección para sus derechos”.
Según la agencia internacional, en el país hay 1.3 millones de venezolanos que en su mayoría no están en Colombia por que quieren, sino porque la situación que enfrenta su país los obligó.
“No hay un índice, pero sí una percepción y varios indicadores que llaman la atención y que preocupan sobre la xenofobia en Colombia”, señaló Rocío Castañeda, oficial de información pública de Acnur para Colombia.
La Investigación. Para desarrollar la campaña, Acnur hizo una investigación para conocer qué comentarios se generaban en la opinión pública cuando los medios de comunicación hablan sobre los venezolanos. Ese fue el primer indicador.
El segundo estuvo apoyado por un sociólogo, que según explicó Acnur, ha desarrollado una metodología y un software sobre escuchas en redes sociales. El enfoque se hizo en los comentarios que hace la gente para referirse a la llegada de población venezolana.
“Pudimos descubrir, además, que los temas que más les preocupan a los colombianos están relacionados con la salud y el trabajo, porque perciben que la población venezolana llega a competir y a disputar esos recursos que, de por sí, son escasos para el país”.
La vocera de Acnur señaló que en el mismo estudio se pudo percibir la indolencia por parte de las instituciones que en sus discursos se enfocan en las necesidades que se han generado en algún territorio del país, a raíz de la llegada de población venezolana o sobre los índices en inseguridad y natalidad que surgieron con los migrantes del vecino país. Temas que no solo generan alerta, sino que crean incertidumbre entre los colombianos.
Mientras tanto, Unicef ha establecido sugerencias y prácticas para proteger a los niños migrantes y refugiados. La organización ha hecho énfasis en que las medidas para combatir la xenofobia, la discriminación y la marginación en los países de tránsito y de destino deben ser asumidas por las coaliciones de ONG, las comunidades, el sector privado, los grupos religiosos y los líderes políticos.
La discusión sobre las manifestaciones de xenofobia en el cubrimiento periodístico, respetando los derechos de los niños, niñas, adolescentes y personas adultas refugiadas y migrantes en Colombia, se llevó a cabo en Bogotá con representantes de Acnur, la Agencia Pandi, Unicef y periodistas de diferentes medios.
*Nombres cambiados para proteger la integridad del entrevistado.
