En el grupo de Facebook “Inmigrantes en Panamá” tuvimos la oportunidad de leer un post muy conmovedor escrito por Maribel Parra, en el que agradece a un grupo de jóvenes panameños por la bienvenida y bonita amistad que ofrecieron a sus hijos. Ella aceptó compartirlo con nosotros, así que aquí les dejamos su testimonio. Les garantizamos que vale la pena leerlo de principio a fin porque ¡es una historia hermosa!
“Quiero compartir con ustedes un poco de mi experiencia en esta decisión tan fuerte como fue dejar atrás toda una vida 42 años, para ser exacta, en mi querida Venezuela.
Venimos de la hermosa y querida isla de Margarita, yo apenas tengo un mes que llegue a este bonito, agradable y generoso país, estoy muy agradecida con él y su gente por recibir a mis hijos a mi esposo y a mí con tanto cariño. Les cuento que tengo unos adolescentes de 18 años (morochos) y unas lindas gemelas de 15 años. Se podrán imaginar lo difícil que es para unos adolescentes dejar sus amistades, su ambiente, que les costó tiempo formar y de repente sus padres les dicen tenemos que irnos en 1 o 2 meses por las razones que ya todos sabemos; pero no a otro estado a otro país.
Cuando llegamos y nos instalamos en la urbanización donde vivimos, ya después de 1 semana sin conversar con sus amigas y amigos de Venezuela y sin su rutina que tenían en su isla, se me acercaron las gemelas y casi llorando me dijeron mami nosotras estamos tristes no tenemos con quien conversar esto no es fácil, mis amigos de margarita mami.
Bueno, para mí, adicional a los propios retos que a mí me toca enfrentar y mi duelo por todo, tenía que luchar con eso también, con el duelo de mis hijos por lo que dejaron y hacerme la fuerte para darle fortaleza a ellos y, para mi alegría, como a los 2 días después de eso empezaron a llegar a la casa unos adolescentes panameños y se pararon en el portón y les dijeron que ellos los querían conocer y que tenían días pasando, buscando el mejor momento para llegar, y de esa manera fueron llegando uno a uno hasta completar ahorita, después de un mes de estar aquí, mis hijos tienen amistad con más de 25 adolescentes que han hecho todo para que se sientan bien y brindarles su apoyo y su amistad.
Fue increíble los invitaron a sus casas a sus piscinas, los invitaron a McDonald’s pagando ellos; los amigos panameños han intercambiado ideas, formas de vestirse, canciones, diferencias entre el estudio aquí y de Venezuela, ellos hicieron todo lo posible para que sus nuevos amigos venezolanos se sientan como en casa y de verdad estoy muy agradecida con esos adolescentes, por darle esa gran bienvenida y apoyo a mis hijos en un momento donde ellos creían que no aguantaban esta soledad y este comienzo tan duro. Gracias de verdad mi esposo, mis hijos y yo estamos felices comenzando a organizarnos para salir adelante en este generoso y bonito país, muy agradecida”.
Maribel Josefina Parra López
Inmigrante venezolana en Panamá
21 de enero de 2015Reflexiones
