Aumenta dramáticamente la cantidad de divorcios en Panamá

Aumenta dramáticamente la cantidad de divorcios en Panamá

Los divorcios en Panamá aumentaron 76 por ciento entre 2015 y 2016, al contabilizar tres mil 148 separaciones maritales, refiere hoy un reporte de la Fiscalía de Litigación Especializada en Asuntos Civiles y de Familia. Las cifras, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) vienen en ascenso desde antes, ya que entre 2011 y 2015 el 35 por ciento de los matrimonios terminaron, lo que evidencia que en ese período se produjeron entre 10 y 12 divorcios diarios, sin contar aquellos que no se producen por la vía legal. Fuente.
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El informe precisa que las tasas más altas se reportan en las provincias de Colón, Chiriquí y Panamá entre los cinco y nueve años de casados, y después de los 25.
Para el abogado litigante Juan Carlos Araúz, estos números obedecen a que la sociedad panameña camina hacia un distanciamiento de los vínculos afectivos, en tanto para el sacerdote David Cosca, la ignorancia, inmadurez y falta de valores son los responsables de los divorcios y, por ende, de los daños a la sociedad.
Estudios recientes realizados por especialistas panameños revelan que los niños y niñas del país crecen, en su gran mayoría, sin una presencia masculina estable, lo que genera problemas sociales y rupturas familiares irreconciliables.
Fragmentación social que su costo social se refleja en la alta tasa de embarazos e infecciones de trasmisión sexual en adolescentes, la creciente violencia doméstica, el bajo rendimiento académico y laboral, y la generalizada crisis de corrupción pública y privada, apuntan las investigaciones.
Pese a que el artículo 212 del Código de la Familia establece 10 causales para el divorcio en Panamá, el INEC refiere que en el país las rupturas están asociadas principalmente, al mutuo acuerdo de los cónyuges y al abandono de sus deberes absolutos de una de las partes.
Sin embargo, desde la óptica social las causas suelen ser más complejas, tal y como reflexiona el profesor Marco Gandásegui, quien considera que en las relaciones de las clases pudientes priman los intereses económicos por encima de los románticos, y cuando estos cambian, también lo hacen con las parejas.
En cambio, los matrimonios de la clase media son más duraderos, ‘hay más estabilidad, sentimiento de lealtad y respeto. No son ricos; lo que tienen es a sus hijos, y el uno al otro, mientras que en los sectores más populares, lograr la estabilidad de pareja es muy difícil debido a la inestabilidad económica a que están expuestos’, concluyó.