Testimonio: Me voy de Venezuela porque me cansé de sufrir

Testimonio: Me voy de Venezuela porque me cansé de sufrir

Este testimonio fue enviado a la redacción de YoEmigro.com por Jonnathan Jiménez Pino:

Venezuela - Me canse

No es que no quiera a Venezuela, pero coño, aquí ya no se puede vivir. Esta mierda es un solo peo todo el tiempo, y cada vez peor, cuando no es una vaina, es otra, o sea, coño, seamos objetivos, vamos a quitarnos toda la mamagüevada de que Venezuela es el mejor país del mundo y pensemos en serio ¿en esta vaina se vive bien?, a mí me parece que no. Yo fui a visitar a mi hermana a Miami y allá la vaina es otra cosa, coño, todo funciona, las vías son arrechísimas, los supermercados una verga que te cagas de lo grande y surtidos.

O sea, es que sinceramente, aquí en Venezuela antes de Chávez, la vaina estaba jodida, luego vino una época del carajo, todo el mundo tenía real, todos viajaban, había dólares por coñazos, te ibas para otro país y el viaje te salía regalado gracias a san Cadivi, entonces, poquito a poco, gracias al control de cambio instaurado por Chávez y el deseo (más que justificado), de todos, de usar dólares baratos gracias a un petróleo a más de 100 dólares el barril, pues, fuimos poco a poco, desfalcando y destruyendo al país, desde los empresarios, pasando por los políticos y sus empresas de maletín, hasta cada uno de los ciudadanos que vendíamos nuestros cupos viajeros y electrónicos.

Entonces, sin darnos cuenta y gracias al socialismo de Chávez que, mientras lo alababan y le jalaban bolas algunos y lo criticábamos y echábamos mierda otros, todos lo exprimimos de tal manera que le succionamos el alma (y el dinero) al país; algunos en mayor medida y otros, como yo, los más güevones, sólo uno que otro cupo viajero y electrónico de vez en cuando para viajar o para comprarme un celular de última generación.

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Entonces, luego que, entre todos, chavistas y opositores, acabamos con el país, apoyados por la infinita regaladera de plata de Chávez, no me vengan con la pendejada de que Venezuela es el mejor país del mundo, porque como leí en un artículo de Enrique Vásquez, un país es su gente, y sin personas no sería más que un pedazo de tierra y ya.

No somos el mejor país de nada, somos un desastre, un mierdero, un cojeculo sin comida, sin medicinas, sin carreteras, donde todo el mundo anda pendiente de una trampa y de joder al otro, un país en el que todos queremos ser más vivos que los demás, sacar 1000% o 10000% de ganancia a cualquier cosa que hagamos, nos convertimos (o quizás siempre lo fuimos, no lo sé) en una sociedad de gente dañina, destructiva y malintencionada.

Somos un país en el que tienes que hacer cola para conseguir comida, en el que la luz se va a cada rato, tampoco puedes sacar tu celular en la calle porque es seguro que te dan un tiro para quitártelo, el internet es una soberana mierda de lo lento que es, que los conceptos de calidad y de atención al cliente hace rato que se perdieron, un país sin nada, sin moral, sin ética, sin buenas costumbres, uno en el que todo el mundo tiene que tener la razón y que no le importa lo que piense el otro.

Este es un país en el que no vale la pena vivir y el que se pueda ir, que coja camino, antes que termine de consolidarse la implosión y la destrucción que comenzó el día que sacaron de la cárcel a Chávez y compañía. Ahí, fue el principio del fin, de un fin que nunca llegará porque este país está condenado a ir cada día hundiéndose más, un poquito más, sin fondo y sin final.

No me vengan con pendejadas, yo de Venezuela me voy en lo que pueda, no sé si para Miami con mi hermana o para Madrid con mi hermano que me dijo que allá la cosa también está del carajo y que a los venezolanos los tienen en muy alta estima, por lo que me puedo quedar a vivir con él todo el tiempo que necesite.

Y no sé si todo el mundo está tan harto de este desastre como yo, pero deberían. Porque además tú tratas de hacer algo por el país, pero es como arar en el mar. Yo, de pana, me cansé.