Artículo escrito por Roberto Lara: Unos dicen que los políticos dañaron a Venezuela, me refiero a este país porque soy nativo de allí, otros dicen que es la cultura la que hizo estragos, pérdida de valores morales, la viveza criolla etc.
Pero todo eso forma parte del país lamentablemente, y si eso no te gusta, no te gusta tu país, veo a muchos venezolanos en especial, dándose golpes de pecho diciendo «Que orgullo ser venezolano» pero cuando vivían en dicho país no hacían más que quejarse con poco o nada que aportar, formando parte del gentilicio que hizo de Venezuela el infierno en la tierra, yo soy de los venezolanos que lo admite, a mí no me gusta Venezuela y por eso emigré, no voy a hablar bien del país ni a inventarme cosas buenas de él cómo hacen muchos (sólo después que emigran), así que si usted es de esos súper patriotas le aconsejo abandonar la lectura en este punto.
El ser humano por naturaleza busca el bienestar y lamentablemente eso en Venezuela es imposible, yo creo que lo que sucede con estas personas es que cuando emigran por primera vez se sienten diferentes en una sociedad, en algunos países existe mucha xenofobia/racismo, entonces esto como que les hace recobrar un poco la identidad que habían perdido viviendo en aquel caos, es decir el venezolano quiere a su país de lejos.
¿Acaso creyeron que tener al Presidente más bruto del mundo es casualidad? ¡No señor! ese personaje gris está allí por una razón muy clara, y es culpa nuestra, todo viene de una raíz maldita. Él es en gran parte la enfermedad, pero no la causa.
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He diferenciado y comparado la cultura de otros países con la de Venezuela, por decir algo, mucho muy distinta, para dar unos cuantos ejemplos, La mujer venezolana lo primero que piensa es en operarse los senos para hacerlos más grandes, las nalgas, incluso la nariz, conseguir un hombre con dinero para que la mantenga en lugar de ponerse una meta para trabajar y salir adelante, las que no salen preñadas a su corta edad y gustan mucho de delincuentes, veamos el caso de «Rosita» por sólo por lanzar un ejemplo al azar.
El hombre venezolano, en gran parte sólo quiere pisar a los demás, cuando alcanza un pequeño logro lo presume hasta más no poder, y se siente mejor que los demás, el que no anda pendiente de robar porque le da flojera trabajar.
Por lo general un venezolano no respeta normas y lo quiere todo fácil, para ellos no existen los semáforos, los basureros, las normas del buen hablante/oyente, se ríe de sus propias desgracias y pierden la mayor parte de su vida criticando a los demás, porque, aunque en Venezuela no está tan generalizada la xenofobia hay un clasismo a proporciones bíblicas.
Me causa cierta tristeza cuando un venezolano cree que se la está comiendo como decimos allá, haciendo trampa, ser el más «vivo» burlándose de todo un sistema, haciendo chistes de cualquier persona o desgracia que suceda en el país. Para el venezolano no existe el respeto, sobre todo es una sociedad muy prejuiciosa.
No es que Chávez o Mabruto o como le quieran decir, está gente llego al poder por esa cultura mierdera que no deja ver más allá de sus narices.
Señores todo esto se traduce en:
– Escasez generalizada
– Tener el país con más homicidios del mundo
– Tener mandatarios inservibles
– Tener la inflación más alta del mundo
– Los peores servicios
– Perdida de valores
Cosas que se hacen notar hasta en un lenguaje agresivo el cual caracteriza a la mayoría de la población.
¿Entonces te gusta Venezuela o no?
Admítelo, que no te importe lo que piensen los demás, y podría seguir con una lista infinita de cosas negativas.
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¡Hasta que no cambiemos como sociedad ese país seguirá empeorando a la velocidad de la luz! Roberto Lara.
