Panamá: crecimiento económico y muerte por tuberculosis, de la mano | YoEmigro.com

Panamá: crecimiento económico y muerte por tuberculosis, de la mano

La tuberculosis sigue siendo una de las mayores causas de mortalidad por enfermedad infecciosa a nivel mundial. En el 2014, causó 1.5 millones de muertes según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Publicado por Leila Nilipour en La Estrella.
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Cuando nos fijamos en la región de Centroamérica, se presenta una paradoja. Entre 2002 y 2014, Panamá lidera el crecimiento en Producto Interno Bruto (PIB) de la región. Asimismo, es el país con la mayor la tasa de mortalidad por tuberculosis durante el mismo periodo.
Así lo ilustran los doctores Musharaf Tarajia y Amador Goodridge, del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat) en un estudio publicado en el International Journal of Tuberculosis and Lung Disease (IJTLD) en 2014.
Aunque como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se trabajó en reducir la incidencia y mortalidad de la enfermedad a nivel global, en Panamá aún queda mucho por hacer.
LA ENFERMEDAD DE LOS OLVIDADOS
Dado que los ODM se fijaron hasta el 2015, la ONU desarrolló una nueva estrategia con miras al 2035. Su visión, un mundo libre de tuberculosis. Pero para el doctor Edmundo López, neumólogo del Hospital Santo Tomás, la tuberculosis por ahora no ve su fin.
El médico explica que esta enfermedad está muy ligada a problemas sociales como la pobreza y desnutrición, el hacinamiento y la drogadicción. También son poblaciones en riesgo aquellos que tienen las defensas bajas por el VIH o enfermedades crónicas no atendidas como la diabetes.
Asimismo, explica que las cárceles en Panamá son un foco endémico y que muchos hospitales no están adecuados para prevenir el contagio cuando reciben a pacientes con enfermedades de transmisión aérea.
DESAFÍOS LOCALES
A pesar de que se han visto avances en el diagnóstico de la enfermedad en los últimos años, el diagnóstico de laboratorio puede tomar semanas, especialmente en áreas de alta incidencia, detalla la investigación de Tarajia y Goodridge.
López concuerda con que el diagnóstico tardío es uno de los mayores retos locales, y menciona que no todos los centros de salud cuentan con la prueba de baciloscopía para hacerlo. ‘El proceso de diagnosticar la tuberculosis a veces es lento y eso causa que haya mucho contagio’.
Para el neumólogo, el enfoque principal debe ser en el control temprano de los grupos de alto riesgo en centros de salud. ‘Todo paciente que tose y expectora por más de 15 días es sintomático respiratorio y hay que hacerle una baciloscopía’.
Si se detecta la tuberculosis, el siguiente paso debe ser un estudio del foco epidemiológico del paciente. Es decir, su pareja u otros contactos inmediatos, para determinar si hubo contagio. ‘Eso lo hace el Minsa pero no en forma suficiente’, sostiene.
Del mismo modo, los investigadores del Indicasat destacan en su estudio la alta tasa de rotación entre los trabajadores de la salud, un desafío que limita el desarrollo de las habilidades necesarias para gestionar un programa integrado de control de la tuberculosis.
Otro reto que mencionan en la publicación es el aumento en los casos de tuberculosis multirresistente. Es decir, que no responde a los medicamentos convencionales. Aunque históricamente no ha sido un gran problema en el país, ‘estudios recientes han demostrado altos niveles de transmisión de cepas resistentes en la población panameña’.
FALTA APOYO DEL GOBIERNO
López agrega que se está trabajando con expertos internacionales en la actualización al programa nacional de tuberculosis y que también están a punto de reactivar la Asociación Panameña Anti Tuberculosa. Sin embargo, subraya en que se requiere de la participación y el apoyo constante de las autoridades.
‘Sí hay apoyo pero no el necesario. Hemos tenido espacios en que no ha habido medicamentos’, detalla. ‘El problema es que la tuberculosis no tumba gobiernos, ni tiene una organización de pacientes o familiares que peleen’.
López considera que los nuevos objetivos de la OMS para librar el mundo de tuberculosis son interesantes, pero que en Panamá no todos se pueden aplicar porque hay deficiencias en aspectos mucho más básicos. ‘Si no tenemos una base sólida no podemos construir la casa. Para llegar a los objetivos primero hay que avanzar en las cosas mucho más elementales’.
Según el médico, la tuberculosis ya debería ser una política de estado, que se mantiene constante sin importar quién suba al poder. ‘Las cosas van a avanzar poco a poco, pero debemos tener nuestra prioridad clara, que son los grupos de alto riesgo. ¿Por qué se tiene que morir la gente de una enfermedad que debe curarse?’