A todos nos ha pasado que en algún momento debemos recibir a nuestros amigos o familiares en casa para hospedarse por unos días, y aunque puede ser una experiencia muy divertida, si no nos manejamos con cuidado se pueden generar conflictos que afecten una amistad de años.
Por esta razón y sabiendo que esta es una práctica muy común entre los inmigrantes, hoy en YoEmigro.com, presentamos una guía para recibir a un amigo en casa sin enemistarse. Veamos:
Como en casa
Partiendo del hecho de que nuestros invitados son familiares cercanos o amigos, se trata de personas que conocemos bien y en quienes confiamos, debemos hacerlos sentir como en casa. En primer lugar podemos mostrarle a nuestro invitado toda la casa y explicarle cómo funcionan las cosas, de esta manera sentirá que le estamos dando un lugar en nuestro espacio. Es muy importante desde el principio indicarle dónde queda el baño.
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Ropa de cama limpia
Antes de que llegue nuestro invitado debemos colocar ropa de cama limpia, toallas, jabón de olor neutro para su uso en la ducha y si es necesario champú. En caso de que nuestro tenga un baño privado, estos artículos los podemos dejar en el baño.
Darle acceso a la lavadora y tabla de planchar
Cuando nuestro invitado llegue a casa debemos explicarle cómo se usa la lavadora, en caso de que quiera lavar su ropa y el lugar donde se encuentra la mesa de planchar.
Informar sobre las reglas de la casa
No se trata de que le vayamos a dar un sermón, pero para evitar molestias o conflictos futuros, en muy importante que a su llegada dejemos claro a nuestro invitado las reglas de la casa. De manera amable les informamos cómo funcionan las cosas en nuestro espacio.
Igualmente es MUY IMPORTANTE que desde antes de recibirlo, indicarle si tiene que ayudar con los gastos de servicios como luz, agua, comida u otros y de cuánto sería la colaboración económica.
Oportunidad de ayudar
A muchas personas les gusta ayudar en los quehaceres de la casa en lugar de ser atendidos, y si nuestro invitado desea colaborar o limpiar con nosotros, debemos dejar que lo hagan.
En este caso debemos darles tareas pequeñas, como recoger la mesa, colocar el postre, y otras actividades sencillas que se ofrezca a hacer.
Establecer límites
Pasa muchas veces que recibimos a un amigo en casa por unos días y después se convierte en meses y hasta años, entonces nuestro invitado empieza a convertirse en un compañero de casa y en una molestia pues sentimos que perdimos nuestra privacidad.
Para evitar que situaciones como estas se presenten, pues pueden acabar con una gran amistad cuando tengamos que decirle que se vaya; es muy importante establecer límites desde el principio. Por ejemplo debemos hablar claramente con nuestro amigo sobre el tiempo que se va a quedar, si va a ir a entrevistas de trabajo u otras cosas que deba hacer durante su estadía. El caso es que queden claras las metas que debe alcanzar para poder quedarse.
Tiempo a solas
Cuando tenemos un amigo en casa, es fundamental que no olvidemos nuestros ratos a solas, es decir que sin importar el tiempo que esté nuestro amigo en casa, debemos sacar unas horas para nosotros, para relajarnos a solas en nuestra propia casa. Debemos informarle a nuestro invitado cuáles son esos momentos a solas que necesitamos para que no haya confusiones; también la hora a la que nos acostamos y la que despertamos para que no interrumpa nuestro sueño.
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¿Has tenido amigos o familiares en casa? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios, seguro que será de ayuda para muchas personas.
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