Para muchas personas vivir en Francia es todo un sueño, pues esta nación es conocida en todo el mundo por sus particularidades y tradiciones, además que junto con el Reino Unido es uno de los países de más rápido crecimiento y diversidad cultural de Europa.
Además Francia es uno de los países más visitados del mundo con más de 83 millones de turistas al año. En conclusión es un país impresionante, con ciudades sofisticadas, costas soleadas, montañas nevadas y valles boscosos y mucho más.
Son muchas las cosas que se dicen de la vida en este país, algunas ciertas y otras tal vez exageradas, por lo que a continuación hablaremos de algunas cosas de vivir en Francia que probablemente no sabias.
A toda hora se come queso
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Los amantes del queso definitivamente tienen que vivir en Francia, pues en su territorio se producen por lo menos 246 variedades de queso, algunos dan la impresión de estar descompuestos por su olor y aspecto, como el Reblochon y otros con una consistencia que da mucho de qué hablar, como el Momolette que es tan duro que en algún momento Estados Unidos prohibió su importación.
Es así como el queso es uno de los productos estrella de la gastronomía francesa y cada región se ha especializado en algún tipo distinto, y son tantos que podemos decir que hay una para cada día del año.
Quienes viven en Francia consiguen los mejores quesos en cualquier lugar, incluso en la tienda de la esquina y algo muy curiosos es que el postre preferido de los franceses es pan con queso.
Besos por todas partes
La forma de saludarse en Paris es con dos besos en la mejilla, pero en algunas regiones la regla puede ser de tres, cuatro, cinco y hasta seis besos para el saludo.
Por ejemplo en las regiones de Auvernia, Provenza, Languedoc, Ródano y Charente se dan tres besos; en las regiones de Loira, Normandía y Champaña-Ardenas cuatro, y en el sur de Córcega llegan a cinco!
Los franceses son distantes
Todo extranjero que llega a vivir a Francia lo primero que debe saber es que nunca le puede hablar de “tu” a un francés, pues para ellos las normas de cortesía son muy importantes.
La mayoría de la población y especialmente los parisinos son algo ariscos y distantes, por lo que cualquier conversación que se vaya a entablar con ellos debe comenzar con un saludo, ya sea buenos días, buenas tardes o buenas noches según sea el caso. Los buenos modales siempre deben estar presentes para evitar pasar malos ratos.
El clima en Paris es muy variable
Este es el caso de la capital, pues un día puede haber un sol resplandeciente y de un momento a otro cae un torrencial aguacero. En Paris hay que salir de casa preparado para todo y tener siempre a la mano un buen paraguas.
Se desayuna con dulce
El desayuno es dulce y muchos incluyen en esa primera comida del día abundante Nutella. Para la mayoría de los latinos en el desayuno se comen alimentos salados, por ejemplo una arepa, pan tostado, huevos revueltos y otras opciones según el país. En Francia lo que nos sirven en un desayuno pueden ser trozos de chocolates, pasteles dulces o pan dulce con Nutella.
Los domingos no hay nada abierto
Hacer planes para un domingo en Francia no es buena idea porque todos los lugares están cerrados. Nada de planear comer en un restaurante, ir de compras, hacer mercado o cualquier otra actividad, pues no se consigue ningún comercio abierto. El domingo en Francia es el día para el total y absoluto descanso.
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