Testimonio que te hará llorar: Te vas, Venezuela, te vas...

Testimonio que te hará llorar: Te vas, Venezuela, te vas…

Te vas, Venezuela te vas… a muchos viste nacer, a otros viste partir, pero aquellos que lo hacían se iban con corazones agradecidos, cuando ya habían dado todo por ti, cuando felizmente caminaban por esta tierra llena de esperanza.

Cuando esta generación nacía, tú los veías con ojos llenos de esperanza, te emocionaste al saber que serían tus hijos los que te devolverían tu brillo, los que te exaltarían y te amarían, sin embargo, muchos son los que hoy te abandonan, no por la desdicha de ser ingratos, sino por el simple hecho de que la misma tierra que los vio nacer hoy no los puede ver crecer.

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Te vas, Venezuela te vas…ya no se oirán las risas de alegría de hijos llenos de ilusiones que soñaban con hacer realidad sus sueños, que anhelaban dar todo de sí mismos, son esos mismos hijos que son silenciados por las balas de la tragedia, las barreras de la desesperanza y las muros de la indiferencia.

Te vas, Venezuela te vas…dejamos en nosotros no solo un pedazo de tierra, dejamos nuestra alma y nuestras ganas de vivir que tendremos que llevar a alguna parte del mundo, donde crean en nuestro talento, donde seamos  nosotros mismos, donde tengamos libertad de pensamiento y donde no tengamos que vender nuestra conciencia para vivir.

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Te amamos Venezuela, pero no podemos vivir aquí, te damos las gracias por habernos parido, por habernos dado tu identidad, tu nombre y tu amor, pero lamentablemente nos vamos porque es mucho lo que damos y poco lo que recibimos.

Te vas, Venezuela te vas…en medio de mis pensamientos me pregunto: ¿te volveré a ver? Pues… es una cuestión muy difícil de responder, porque son muchas las lágrimas que he derramado por ti y las que he llorado con tanto sentimiento que tal vez será difícil volver atrás. Me pongo a llorar porque te veo como aquella abuela que por ser tan vieja nadie quiere atender y ya les estorba su presencia.

Venezuela quiero que sepas, que te dejo con un nudo en la garganta, obligado y en contra de mi voluntad, no era como planeaba hacerlo, pero esas son mis circunstancias. Quisiera llevarte conmigo, pero no puedo, aunque me llevo algo de ti en mi corazón, no puedo llevarte en mi maleta, pero me llevo lo más importante: Tus enseñanzas, tu aroma en mi piel y tu sonrisa.

No sé si regresaré, aunque la vida da muchas vueltas y quizás volvamos a vernos, no sé si pasará, pero te prometo que llevaré grabada en las palmas de mis manos, que no dejaré mis raíces, que donde quiera que esté le enseñaré a mis hijos amarte a recordarte y a llevar el tricolor en su corazón.

Te vas, Venezuela te vas…extrañaré de ti tus gaitas, tus diciembres alegres, tus villancicos, tus hallacas y pan de jamón en mi mesa, tu clima tropical, tu gente, tus abrazos en años nuevo, tus regocijos en mis logros y ese hilo espiritual que tanto nos une.

Muchas veces me pregunto: ¿Qué pasó contigo?, ¿Qué pasó con el bello color que te dio Nuestro Padre Celestial?, ¿acaso hemos sido malos hijos?

Hace cincuenta años brillabas, eras bella, recibías con los brazos abiertos a hijos de otras tierras, adoptaste a África como tu hermana y diste variedad a tus hijos.

Hoy en día ya no eres la misma de antes, has despedido a tus hijos (muchos antes de los previsto), has hecho lo imposible por mantener tu color, pero ya no eres la misma de antes, serán otros lo que cuenten esa historia.

Te recuerdo muy bien, mi corazón saltó de alegría cuando Dios me dijo que nacería en esta tierra, desee con muchas ansias hacerte feliz y es mi empeño todavía. Cuando mi madre me tomó en sus brazos lloré de la emoción al saber que tendría la oportunidad de hablar tu mismo idioma, de conocer a otros niños que al igual que yo tendrían las mismas ganas de conocerte y de llevarte hasta el cielo si es posible.

Te vas, Venezuela te vas…extrañaré de ti tus montañas, tu naturaleza, lo colorido de tus paisajes, tus playas y tus bellas hijas. Tendré que conformarme con llevarte en mi pensamiento, en mi manera de hablar y en mi propio ser.

Yo, como Martin Luther King: “Tengo un Sueño”: Sueño con verte bella y feliz, con mucha prosperidad, que regresen los que hoy se van, que tus gobernantes te glorifiquen, que hagan todo pensando en ti y no en sus propios intereses, donde nazca una nueva generación que, como nuestros libertadores te eleven en el firmamento, donde su esfuerzo y su sangre no se derrame en vano y donde el libre albedrío sea el derecho que tengan todos los que en este país lo habitan que han decidido quedarse y ser parte de ti…te vas.

Escrito por: José Ramírez

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