Testimonio: Venezuela, te digo adiós para siempre en mi mente y en mi corazón

Testimonio: Venezuela, te digo adiós para siempre en mi mente y en mi corazón

A veces necesitas un pequeño sacudón para valorar lo que tienes en la vida. Lo digo porque de no haber sido por mi viaje a Venezuela, y por las penurias que pasé, tal como las conté en mis relatos anteriores; no estaría ahorita valorando y apreciando lo que tengo.

Los primeros dos años de mi vida en Madrid los sentí como una pesadilla, como si me hubieran arrancado un pedazo de mi alma, me sentía partida en dos, con mi corazón en Venezuela y mi cuerpo, moribundo y como un zombi vagando por las calles de Madrid sin rumbo, sin sentido, sin dirección y extrañando lo que creía era el sitio en el que debía estar.

Después de volver a Venezuela y estar unas semanas allá viviendo, sintiendo y padeciendo la destrucción de esa sociedad y ese país comprendí que lo que extrañaba era un sueño, un recuerdo de algo que fue, pero ya no es, me di cuenta que Venezuela es ahorita como el mundo de Los Juegos del Hambre, el remanente de una antigua civilización que se autodestruyó y que ahora lucha por un poco de comida, mientras hay una elite que tiene todos los lujos y comodidades que controla todo a su antojo.

La Venezuela que yo extraño no es más que un nombre, un recuerdo, es simplemente un “pudo ser” que ya no será y del que he decidido olvidarme, no puedo seguir viviendo en un sitio y al mismo tiempo estar atada a un recuerdo de algo inexistente, es como estar con una persona nueva, maravillosa, que te ama, que es súper especial y seguir enamorada de alguien que falleció víctima de una sobredosis de narcóticos.

Suscríbete a nuestro canal de Telegram "Inmigrantes en Madrid" para que estés al día con toda la información sobre Madrid y España, ofertas de empleo y más

Estoy en Madrid que es una ciudad maravillosa, he conseguido novio, un chaval especial y súper cariñoso y atento, tengo mi trabajo, voy y vengo cuando quiero a donde quiero a la hora que quiero, vivo tranquilo, me doy mis gustos de vez en cuando, puedo decir que soy feliz.

Lo único de Venezuela que va a ocupar mi mente de ahora en adelante es mi madre, mi hermana y mi perrita canela, porque mi meta es ahorrar todo lo que pueda para traerlas a vivir acá conmigo.

Porque la verdad es que en Venezuela hay muchas cosas que no deberían estar pasando y necesita implosionar, terminar de destruirse, que no quede piedra sobre piedra, para luego poder comenzar a construir un país, desde cero, pero lo lamento, yo no estoy dispuesta a eso, le dejo esa tarea a quien quiera hacerla, yo ya decidí que mi vida está aquí en Madrid.

Escrito por: María Laura Gómez

Este artículo de opinión fue enviado a [email protected] por María Laura Gómez, inmigrante venezolana residenciada en Madrid