Hoy hace tres años emprendía un viaje solo, con sus ilusiones y una maleta que lo acompañaba.
El camino era incierto y hasta inseguro, a pesar de eso y de la soledad usted se aventuró, a un país que no conocía, y en el que nadie lo conocía, un país que no estaba esperando por él, un país que tenía oportunidades, probablemente no las que esperaba, pero al menos oportunidades que le apuntaban a una mejor calidad de vida.
Han pasado tres años sin que pise su tierra, tres años duros, muy duros, de sufrimiento, de llanto, de distancia, de vejaciones, de soportar muchas cosas, racismo, xenofobia, maltratos, humillaciones; pero ahí ha estado, con su frente en alto, dejando allí mismo el nombre de los venezolanos y lo que significa serlo.
Porque es que su nombre cambió, ya no es más Winder, ahora es Venezuela, y como tal debe comportarse, dejando claro de que estamos hechos los venezolanos, de templanza, de resiliencia, de humildad, de compasión, de fraternidad, de valentía, de honor, de verdad, de lucha, de constancia.
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Diariamente sueña con volver a tu país, con pisar su tierra, con abrazar a los suyos, con el olor a pastelitos con mazato los domingos en el mercado, con el olor a café hecho en casa en las mañanas por su madre, con abrazarla y nunca soltarla, y con darle todo lo que se merece.
Ánimo, siga luchando, siga creyendo. Plantéese metas y cúmplalas, vuelva por al menos unos días a su país, y llénese de eso bonito, de eso grande que tenemos los venezolanos, y que a pesar de la situación de nuestro país no perdemos, recargue pilas, llene el tanque y regrese, para que siga luchando hasta ese día en el que todos, incluyéndose usted, podamos regresar a esa tierra grande, hermosa, nuestra tierra, que nos vio nacer, que nos vio crecer, que nos vio hacernos profesionales de ella, y que hoy nos llora, pero un día nos sonreirá.
Por mi parte aquí cuenta conmigo, cuando me necesite, como siempre ha sido, un brazo, un brazo que pronto cumplirá tres años de haber salido de su terruño.
Felices 3 años emigrante (es irónico desear felicidad por haberse ido de su casa, pero hay que tener ánimo y positivismo, las cosas mejorarán).
Escrito por: Beysi Centeno y dedicado a su mejor amigo que cumple tres años que emigró de Venezuela a Panamá, tres años sin ver su país ni a su familia.
