"Los cinco sentidos", por Mónica Miguel Franco | YoEmigro.com

"Los cinco sentidos", por Mónica Miguel Franco

Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, y yo no puedo presumir de mucho pero de buena cuna, bien limpiecita y pulida, de eso presumo. Así que muchas gracias, Señor Alcalde capitalino, muchas gracias por sus magnos esfuerzos en recordarnos que hemos de hacer un alto en nuestras agitadas vidas. Me encanta su propuesta de obligarnos a recordar los sencillos placeres de la vida; a disfrutar de los cinco sentidos en la muy noble y muy leal ciudad de Panamá.
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Yo me regocijo cada vez que veo las gigantografías apelando a mi sentido de la vista, recordándome el placer de disfrutar de los colores tropicales, el mamey, el salmón, el amarillo. Ahora voy por la calle buscando encontrar edificios limpiecitos y bien pintados, tratando de explayar mi vista en la visión colorida que debiera haber por las calles. ¿Cómo me dice? ¿Que nadie ha hecho caso de esa conminación a que pintemos nuestra casa bien bonita? No me lo puedo creer. Bueno, en realidad sí me lo puedo creer. Esa idea estaba muerta desde la cuna mental de algún descerebrado. Es decir, ¿cuánto se ha gastado la Alcaldía en la publicidad? ¿Cuántas casas creían ustedes que se iban a pintar a raíz de la muchacha bonita invitándonos a poner bonita nuestra ciudad? Hay que ser ingenuos.
Ahora se esfuerzan por deleitarnos el sentido del gusto con los sabores del Chorrillo, miren que empiezo a salivar del gusto solo de pensar en ello. Y luego, para quitarnos de encima las calorías que hemos pillado entre un pescadito frito y un ceviche de concha negra, nos vamos a celebrar el primer añito de la ciclovía con las bicicletas bonitas e iluminadas gratis, todo vistoso y con mucho donaire y esplendor. (Haciendo un comentario de pasada, me gustaría saber cuantas bicicletas regresan, siendo así de bonitas y gratis… hasta yo estoy pensando en llevarme una).
Todo muy bien con estos proyectitos… todo correcto y yo que me alegro.
Pero entonces me empiezo a preguntar quién se preocupa por mi sentido del olfato cuando paso cerca de las decenas de pataconcitos que hay desperdigados por toda la ciudad. ¿Será que el señor Alcalde ha decidido que ese sentido debemos mantenerlo inutilizado? Porque el problema de la basura está llegando a niveles preocupantes, digo, por si no se habían dado cuenta aquellos encargados de hacernos creer que todo es comer y pedalear en Panamá.
¿Y las aceras? ¿Será que la cosa es hacernos disfrutar del tacto del concreto cuando nos despanzurremos tratando de caminar por cualquiera de los barrios de nuestra ciudad? Hace muchos meses, en una red social alguien, relacionado con la Alcaldía, trinó diciendo que la problemática de las aceras no era tan fácil como solo echar cemento y ya, que había que llegar a un consenso ciudadano. A mí me pareció una gilipollez, y me lo sigue pareciendo ahora. ¿Necesitan una encuesta puerta a puerta para entender que las aceras son fundamentales en una ciudad vivible? Pues hagan la bendita encuesta y empiecen de una vez a tirar concreto y a nivelarlo, por todos los santos, que esto parece una zona de guerra.
En resumen, que los proyectitos que la Alcaldía está llevando a cabo están bien bonitos, pero que me falta un poquito más de carne en esos huesos. Que están bien los parquecitos, los actos culturales y eso, pero que no solo de cultura vive el ciudadano, sino de recogida de basura, de aceras bien cuidadas, de tráfico sin bien cuida’os. De todas esas cosas que hacen de una ciudad algo vivible, algo memorable y atesorable.
Mónica Miguel Franco