10 razones por las que hay que irse de Venezuela inmediatamente

10 razones por las que hay que irse de Venezuela

Desde hace unos años en Venezuela tenemos el famoso dilema de “los que se van vs los que se quedan” en el que hay muchos intercambios entre unos y otros, obviamente, yo estoy en el bando de los que dicen “el que se pueda ir, que se vaya”, tengo muchos amigos que me han insultado, ofendido y dicho de vende-patria para abajo, porque ellos se quedan luchando por Venezuela y que no abandonarán el barco como las ratas; claro, suele pasar que ese discurso dura justamente el mismo tiempo que tardan en sacar el pasaporte y en reunir el dinero para poder irse.

El punto es que, yo respeto al que se queda, respeto también al que escribe para promover e invitar a las personas a que sigan luchando por Venezuela, porque están convencidos que el cambio está cerca, que alguien tiene que quedarse a luchar por el país, que no le van a regalar la patria a esos malandros, entre muchas otras razones y motivos que esgrimen para defender su, totalmente válida, posición.

Por eso, y porque defiendo fervientemente la idea de que lo mejor que puede hacer cualquier venezolano es emigrar, aquí les traigo cuáles son mis diez principales razones por las que debes emigrar de Venezuela haya o no haya cambio de gobierno:

1. La inseguridad:

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Desde que vivo en Europa he descubierto que estar en un sitio donde la sensación de seguridad personal es prácticamente absoluta, entiendo lo que de verdad significa esta palabra, me explico, no hablo de la ausencia de robos o estafas, porque obviamente ese tipo de cosas también ocurren.

A lo que me refiero es a la prácticamente imposible posibilidad de que alguien te ponga una pistola en la frente para robarte el móvil o de que estés en una cola en el carro y se te pare un motorizado a un lado para robarte so pena de quitarte la vida, o incluso en el caso más común de mi experiencia acá: Salir pasado de tragos a las 3 de la mañana de la discoteca rumbo a tu casa en transporte público, caminar en zigzag un par de kilómetros por calles oscuras y solitarias con tu iPhone 7 en la mano hasta la parada del bus nocturno, luego bajarte en la parada cerca de tu casa y caminar unas cinco o seis calles totalmente solitarias sin guardar tu teléfono en ningún momento y llegar a casa completamente sano y salvo, sin que nadie te haya querido matar, robar o nada por el estilo.

Así que, la sensación de seguridad que tengo acá, no la cambio por nada en el mundo.

2. Inflación, controles y crisis económica

La crisis económica que data desde el viernes 18 de febrero de 1983, que actualmente viene acompañado de severos controles de precios y de cambio que han llevado a Venezuela a tener la inflación más alta del mundo y que más allá de la escasez de la que hablaré en el siguiente punto, los productos que se consiguen tienen precios exorbitantes y prácticamente inalcanzables para la mayoría de la población.

Los principales productos que tienen precios impagables son comida, medicinas, repuestos, automóviles, dispositivos electrónicos, tecnología, entre otros.

Esta inflación, controles y crisis económica han derivado en que Venezuela se haya aislado muchísimo del extranjero, que la calidad de los productos existentes ha desmejorado,

3. Escasez

La escasez es otro de los grandes problemas que nos llevan a emigrar, porque, desde mi punto de vista la escasez no es únicamente el no poder conseguir un producto, sino el que se hayan acabado las opciones, por ejemplo cuando, luego de hacer una cola o conseguir a alguien que te ubique un kilo de arroz, te toca comerte el que haya, el que consigas, no tienes la opción de elegir la marca de tu gusto, eso es escasez.

Y la escasez no es únicamente de alimentos, también de medicamentos tanto para personas como para animales, repuestos, materiales de construcción, dispositivos electrónicos, línea blanca y marrón entre muchas otras cosas.

De hecho, la escasez ha llegado a niveles de tal magnitud que hasta episodios de ausencia de billetes ha tenido Venezuela, que casualmente se unieron a una caída en los sistemas de banca en línea y medios de pago electrónicos.

4. Ausencia de valores morales

Si bien, cada día desde hace muchos años vengo leyendo y escuchando que la mayoría de los venezolanos somos gente buena, amable, de gran corazón, dispuestos a ayudar, a dar sin esperar nada a cambio, ser generosos y magnánimos, casi que dignos todos de ser canonizados. En lo personal opino que sí hay muchos venezolanos con esas características, sin embargo considero que la mayoría no son tan perfectos ni especiales y más ahora tras 18 años de revolución.

Los valores morales y de ética en Venezuela se han ido a la porra, la mayoría de la gente está es pendiente de buscarle la vuelta a las cosas, de cómo hacer negocios chimbos, de lograr un chanchullo, de cobrar comisiones por cualquier cosa, de ver a quién roban y cómo lo hacen, de joder al que se pueda joder y ya. La moral en Venezuela está por debajo del nivel que podíamos ver en las peores películas postapocaplípticas de Hollywood.

5. Destrucción generalizada

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Todo, absolutamente se va poniendo cada día más feo, más destruido, falto de mantenimiento, la destrucción es generalizada. En todas las instituciones, tanto públicas como privadas se evidencia el deterior; las paredes peladas, las calles llenas de huecos y basura, todo lleno de propaganda política, de adoctrinamiento tanto de un lado como del otro.

Carros viejos, botando humo, destartalados, aceras en mal estado, transporte público decadente y que da más miedo que cualquier otra cosa.

En resumen, todo está feo, viejo, destruido y al mejor estilo cubano o de la vieja Unión Soviética.

6. Falta de futuro

Cuando Chávez llegó al poder, yo tenía 22 años de edad, ya la revolución tiene 18 años en el poder, he perdido casi la mitad de mi vida en un país en involución, que lo que ha hecho es ir hacia atrás en todo lo que tiene que ver con progreso, futuro, calidad de vida, posibilidades de salir adelante y visión a largo plazo.

El chavismo (y la oposición vendida y arrodillada) me quitaron los mejores años de mi vida. Todo lo que había logrado construir con esfuerzo y trabajo duro me lo ha quitado y acabado.

El futuro en Venezuela se convirtió en una utopía al nivel del futuro que pueden tener los habitantes de Cuba, Corea del Norte o Irán, no hay nada, no hay posibilidades de salir adelante, de lograr metas, de tener algo.

Los jóvenes no pueden aspirar a tener casa propia, los salarios no alcanzan, es imposible tener una vida tranquila y poder tener tus cosas haciendo todo de la forma correcta. Es un país en el que tienes que corromperte para lograr algo. Y eso, eso no es futuro.

7. Corrupción

La corrupción ya forma parte del ADN de Venezuela y está metido en lo más profundo del subconsciente de la mayoría de los venezolanos. Y antes que comiencen a pegar gritos y decir que es sólo una minoría, que ustedes no son corruptos y todos los berrinches típicos de los que se autodenominan dechados de virtudes porque ven la paja en el ojo ajeno sin percatarse de la viga en el propio.

La corrupción no es únicamente conseguir un contrato con el gobierno y quedarse con la mitad del dinero o pagar comisiones o favores por los contratos, corrupción va más allá de obtener dólares preferenciales para importar alimentos podridos.

Corrupción es pagarle a alguien para que te agilice un trámite en una oficina pública o privada, corrupción es darle “Pa’ los frescos” a un fiscal de tránsito, revender a precios más altos los productos que compras a precio regulado, entre muchas otras cosas que en Venezuela el 99% de la población hace a diario.

8. Pérdida de respeto a la propiedad privada

En Venezuela la propiedad privada vale lo mismo que vale el deseo de un gobernante o el enchufe de alguna persona, tus cosas no valen nada y si alguien te las quiere quitar, lo hace, desde un par de zapatos, pasando por un inmueble hasta una empresa.

No puedes alquilar una casa porque no la vuelves a recuperar, tampoco la puedes vender porque si te la compran no te dan nada, por otro lado, los robos, el hecho de que en todos lados estás expuesto a perder lo que tengas, a que tengas un accidente de tránsito y la gente en vez de salvarte lo que quiera es robarte y sí, esto es una mezcla en lo que es inseguridad + pérdida de valores + cero respeto a la propiedad ajena.

9. Ausencia de calidad de vida

La calidad de vida, que representa la suma de todas las cosas que he mencionado anteriormente se perdió por completo en Venezuela, porque calidad de vida no es tener dinero para andar en una camioneta blindada o ir a hacer mercado en Aruba en una avioneta mientras vives encerrado en un palacio tras murallas con cerco eléctrico y guardias armados.

La verdadera calidad de vida es poder salir tranquilo a la calle, saber que los servicios públicos funcionarán, poder llevar a tus hijos al parque, tener un sistema de salud eficiente y efectivo, saber que cuando llegues a viejo podrás disfrutar tus años dorados sin estar estresado por cualquier cosa.

La calidad de vida es sentirte a gusto y feliz en el sitio en el que estás con paz y tranquilidad.

10. No hay esperanzas ni posibilidades de cambio

Y esta es la principal razón por la que decidí irme de Venezuela, cuando llegué a la conclusión de que la MUD no es más que un apéndice del régimen cuya misión es mantenerlo en el poder dándole largas a los hechos para que parezca que están luchando por la libertad cuando no es así.

Además de eso, la degradación social, moral, económica y de infraestructuras del país hace que cada día se vea más lejana la posibilidad de cambio y de que, en caso de que esta ocurra, no se vería una mejora sino tras un par de generaciones, algo que probablemente yo no vaya a ver.

Por otro lado, teniendo en cuenta que toda la oposición venezolana es izquierdista, es imposible pensar que habría políticas serias y verdaderas para crear una cultura de trabajo, producción y creación de riqueza en Venezuela, porque un gobierno de cualquiera de la MUD significaría exactamente lo que tenemos ahora, sólo que un poco más relajado ¿o es que no recuerdan los controles de cambio y de precios cuando Lusinchi o cuando Caldera II?

Lamentablemente, desde mi visión, el futuro de Venezuela está negro, muy negro y continuará así por mucho tiempo, olvídense de las esperanzas, de las posibilidades de cambio y váyanse, sean felices en otro sitio, echen raíces en una sociedad nueva,  no queda de otra.

Y si el día de mañana llega a haber un cambio de gobierno, olvídense de un cambio de cultura a corto plazo, en Venezuela hace falta que pasen demasiadas cosas para revertir el daño que ha hecho el chavismo a nuestra sociedad.